Lo tradicional en esta época es preparar el árbolito para la navidad.
Un buen árbol debe estar debidamente adornado, con globos, estrellas y todo lo que se requiere para el efecto.
La navidad se celebra de ese modo ya en clima que a los niños y mayores se les hace divertido y cálido.
Los árboles pueden ser de distintos tamaños.
Los hay pequeños, grandes y muy grandes. Todos son bonitos y con una adecuada ornamentación pues quedan fabulosos.
Los hay pequeños, grandes y muy grandes. Todos son bonitos y con una adecuada ornamentación pues quedan fabulosos.
No hay que preocuparse por cargarlo demasiado, sino solamente en que pueda demostrar un ambiente navideño de paz y alegría.
La creatividad puede hacer la diferencia ante lo ostentoso, pero no es para una guerra o competencia del mejor árbol navideño. La idea es compartir, y rescatar la afabilidad, la amistad, y todo lo que recuerde lo más importante, el nacimiento de nuestro Salvador.
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